lunes, 5 de enero de 2009

Cifras escalofriantes



Las cifras mundiales sobre la utilización del agua potable por los seres humanos son escalofriantes. Uno de cada cinco habitantes del planeta carece de acceso a agua potable, y dos quintas partes de la humanidad está fuera del saneamiento básico. En ambos casos, el resultado podría ser la muerte.

Las cifras mundiales sobre la utilización del agua potable por los seres humanos son escalofriantes. Uno de cada cinco habitantes del planeta carece de acceso a agua potable, y dos quintas partes de la humanidad está fuera del saneamiento básico. En ambos casos, el resultado podría ser la muerte.

Otros números para reflexionar: el consumo del vital líquido en mal estado, de lo cual nada hablan los grandes medios de comunicación, causa más fallecimientos que las actuales guerras. Cada día mueren 3 900 niños a causa de enfermedades diarreicas debido al agua contaminada o a una higiene deficiente.

Muchos analistas coinciden en que las Metas del Milenio para acabar con la pobreza, planteadas por la ONU, tienen pocas posibilidades de cumplirse, pues el agua, que es fundamental para el desarrollo, está ausente en muchas regiones, y, si existe, se encuentra en tales condiciones que sería imposible dedicarla a elevar la calidad de vida de las poblaciones.

Para lograr tales metas tendría que existir la voluntad política de poner el acento en la expansión de los servicios de agua y saneamiento a nivel mundial.

La carencia del llamado oro azul es considerada en muchos países una crisis humanitaria de la que pocos se hacen eco, pero que socava cualquier esfuerzo, si lo hubiera, de mejorar las condiciones económicas y sociales de millones de seres humanos.



La escasez de agua causa también que los niños y los adultos desatiendan sus obligaciones diarias, pues son muchos los que tienen que desplazarse kilómetros para llegar a la fuente más cercana. Cuando esa responsabilidad recae en los niños, la abstención escolar es más evidente.

Es sabido que de los recursos hídricos son los cimientos sobre los que se asienta el desarrollo sostenible, y que los ecosistemas y el sustento humano dependen del uso racional y eficiente del vital elemento. La agricultura, renglón fundamental para la supervivencia, consume casi el 70% del agua dulce disponible.

Organismos internacionales advirtieron que son numerosos los gobiernos que incumplen su compromiso de ayudar a reducir a la mitad el número de personas en el mundo sin acceso al agua.

Seis agencias, incluyendo WaterAid, la Cruz Verde Internacional y Oxfam, aseguran que la situación mundial empeora, a pesar de que hace tres años comenzó una campaña internacional para aliviar la crisis hídrica.

La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en 2002 resultó en una promesa global para reducir a la mitad la falta de acceso al agua potable e higiene básica para el año 2015.

Las agencias sostienen que los 22 principales países industrializados no incrementaron las provisiones financieras para mejorar los suministros de agua, como habían prometido y expresaron que cuando hay asistencias, muchas veces se ejecuta en base a razones políticas en lugar de necesidad.

Estados Unidos, por ejemplo, destina la mayoría de la asistencia para el desarrollo de agua a Egipto, Jordania y los territorios palestinos pero muy poco al África, precisaron las fuentes.

El científico mexicano Manuel Guerrero Legarreta aseguró en Bogotá, donde ofreció una serie de conferencias sobre el tema, que la situación del agua en el planeta es dramática. Hay en la tierra, dijo, 1 460 millones de kilómetros cúbicos, de los cuales 1 370 millones corresponden a los océanos y mares, 60 millones están en la corteza terrestre y 29 millones 170 000 son nieves perpetuas. En lagos existen 750 000 metros cúbicos, en la humedad del suelo hay 65 millones, en el vapor atmosférico son 14 000 y en los ríos del mundo suman mil kilómetros cúbicos, es decir, el 0,0001% del total, precisó.

Lo más importante es hacer conciencia sobre el peligro que puede existir, manifestó el experto en física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor en ciencias físico-químicas del Imperial Collage of Sciencie and Technology de Londres.

Científicos de varios países alertan también que, si las poblaciones continúan la contaminación del agua, es muy probable que aunque existiese la voluntad oficial para paliar la crisis, tampoco habría una solución definitiva.

Mientras se continúen lanzando desechos a ríos y lagos, poco podrá avanzarse en el tortuoso camino de entregar agua potable a los conglomerados humanos.

El pasado 22 de marzo, Día Mundial del Agua, dio comienzo al Decenio Internacional para la Acción, bajo el tema "El agua, fuente de vida" auspiciada por la ONU.

Más que nunca se hace imprescindible la toma de conciencia de gobiernos y pueblos para aunar voluntades en pro no sólo de preservar el líquido, sino también hacer una distribución más equitativa y mejorar su calidad

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